Canóvanas- A pesar de su excelente desempeño en el Clásico Antonio Fernández Castrillón el pasado 27 de octubre, donde llegó en segundo lugar, y de sus notorios trabajos matinales durante el mes de noviembre, el ejemplar boricua Soy Conquistador no fue considerado entre los favoritos para ganar el Clásico del Caribe, según reflejaron las apuestas, que cerraron 6-1 pagando $15.60.

Pero eso no desanimó a su jinete Héctor Berríos ni al dueño del ejmplar, el Sr. Eduardo Delgado San Miguel.

“El triunfo no me sorprendió. Sabía que iba a estar entre los primeros tres”, manifestó Delgado San Miguel, del Establo Edelsam que entrena Máximo “Achi” Gómez. “Este caballo tuvo problemas de úlceras a principios de año. Pero luego del paro, vino muy bien y los muchachos decían que estaba en la punta de los cascos”.

Según Berríos, las instrucciones emitidas por Gómez antes de la carrera eran de quedarse cerca del paso y hacer su avance habitual al final.

“Achi me dijo que me quedara detrás de la velocidad y realizara una sola movida. Este caballo vino bien trabajado y en su última perdió porque quizás le faltó una carrera preparatoria, pero estaba muy bien”, dijo Berríos, quien dijo que le sorprendió que el ejemplar venezlano Taconeo, que era el gran favorito de las apuestas, no le presentara la pelea esperada en los metros finales, lo que facilitó su triunfo.

“Decían que ese caballo se comía los vientos. Yo lo estuve velando durante la carrera”, dijo Berríos. “Él que salió a presionarme al inicio fue Sambuca, pero me quedé relajado y hasta me extrañó que estuviera tan cerca de la punta temprano en la carrera. Lo que me faltaba era encontrar el espacio para hacer mi movida”, .

La oportunidad se le presentó cerca del último codo, donde Berríos se escabulló cerca de la valla para tomar la delantera. “Cuando encontré el hueco, mi caballo respondió y no vi a nadie cerca. Luego cuando empecé a escuchar a la fanaticada gritando, sabía que tenía la carrera. Fue una gran emoción. Ésta es la mejor carrera de mi vida”, expresó Berríos con evidente júbilo.