portada 2005

 
 

Logra Feliciano uno de sus sueños

Por Luis Santiago Arce
End.larce@elnuevodia.com

Canóvanas - Borrascoso, con una espectacular reacción en los últimos 400 metros bajo la magistral monta de Alexis Feliciano, creó ayer histeria en el abarrotado Hipódromo El Comandante. Su jinete, el entrenador y el dueño, obviamente, no fueron la excepción. Todos celebraron en grande su primera victoria en un Clásico del Caribe, primer triunfo boricua en la pista desde 1994.

“La mejor (sensación de mi carrera). Era una de las cosas que más esperaba, ganar un Clásico del Caribe. La otra era ser el primero en llegar a las 2,000 (victorias) y gracias a Dios lo logré. Ahora falta el Confraternidad, vamos a ver si en otros años Dios y la Virgen me lo permiten”, dijo Feliciano en un aparte con la prensa local en medio de la ceremonia de premiación.

Tras un cauteloso inicio, Borrascoso comenzó su empuje ganador faltando un cuarto de milla de la carrera, celebrada bajo un intenso aguacero, y tomó la punta en forma definitiva una vez dentro de la recta final, a medida que el público gritaba eufórico de la emoción, aunque creó una leve confusión en la pista.

“En el momento que vi el público me preocupé un poco... pensé que a lo mejor venía otro (de atrás), pero no quise mirar para no salirme de ritmo y seguí montando así hasta que llegué a la meta y miré a ambas lados. Ahí dije: “caramba, gané... es una emoción que no la puedo explicar, bien grande, y ver que mis hijas y mi esposa puedan disfrutar este triunfo aquí conmigo es grande”, subrayó el emocionado jinete.

Su plan de carrera corrió a la perfección, dejando que un pelotón compuesto por Eltish Thunder (Puerto Rico), Water Music (Venezuela), Yack Líder (México), Excelencia (República Dominicana) y Co-Animadora (Puerto Rico) lucharan las primeras posiciones, hasta la embestida de la victoria.

“La estrategia fue montar mi caballo tranquilo, nunca desesperarme y esperar el momento de mi movida. Es un caballo que le gusta ir reservado los primeros metros... a la partida lo agarré un poquito para que se mantuviera relax, y al ver que lo logré, que iba relajado en el punto de los 1,000 metros, sabía que iba a terminar duro a la hora de echarlo (a correr), y así fue”, puntualizó Feliciano.

“Sólo dependía de no coger un tropiezo en la carrera, vi por el riel que había bastante espacio, me mantuve por ahí y gracias a Dios no tuve ningún obstáculo. Eso fue lo que me dio la victoria... no quise estar perdiendo terreno saliéndome a la parte afuera. Me mantuve siempre por dentro hasta el momento de mi movida”, agregó.

Otro factor fue su recomendación, temprano en la semana, de quitarle las gríngolas a Borrascoso, idea aceptada por el joven entrenador Sammy García, quien tuvo un exitoso debut como preparador en clásicos caribeños.

“Este es el sueño de todo entrenador, ganar el Clásico del Caribe. Dios me dio la mano, y de verdad fue un día de suerte... al caballo mucha gente no le veía opción, pero en el transcurso de la preparación lo fuimos entrenando con mucha fe y mucha dedicación. El jinete nos comentó que era otro caballo sin las gríngolas, y como era una carrera que uno no pierde nada, optamos por quitárselas. Aquí están los resultados... ahora (Borrascoso) se merece un gran descanso”, precisó el carolinense García, de 30 años de edad. También disfrutaba un primer triunfo caribeño el dueño del ejemplar, Luis Archilla Díaz, del Silent Stable.

“Este momento es lo más grande que un hípico puertorriqueño puede tener en su corazón, con un potro que se ha llevado con mucha calma, mucho cariño y una gran fe... y ver esa felicidad de un pueblo que se tira a festejar en la pista, es más importante todavía”, concluyó Archilla Díaz con evidente emoción.