CANÓVANAS - Aunque
por su velocidad ha sido mencionado esta
semana como uno de los ejemplares favoritos
para contender por el premio mayor del
Clásico del Caribe este domingo, la potranca
mexicana Casty saldrá de la décima casilla
en la séptima carrera con dos grandes
incógnitas: una lastimadura y el excesivo
trabajo del lunes en los ejercicios
matinales.
Aún así luce ser la
principal esperanza de victoria para México,
que regresa a la Serie del Caribe del
hipismo luego de una ausencia de varios años
por discrepancias con el pago de cuotas a la
Confederación Hípica del Caribe.
Casty, junto al triple
coronado panameño Spago, al venezolano
Sibarita y el puertorriqueño Omar Alejandro,
son considerados según el consenso de
algunos entrenadores del patio y del
exterior, los principales candidatos a
cargar con la tajada mayor de los $300,000.
"Me están dando un
compromiso muy grande con esto que dicen",
dijo riendo el veterano entrenador mexicano
Rubén Contreras, sobre el honor de que
mencionen a su potranca como uno de los
ejemplares favoritos.
"Obviamente consideramos
que es una yegua que puede ser una digna
contendiente en representación de nuestro
país. Pero sabemos que tenemos que luchar
con un grupo de caballos excesivamente
buenos, como Sibarita, Spago, Omar
Alejandro... todos esos caballos que para mi
gusto, tienen muchísimo 'chance' de éxito
también".
Aunque confía que su
potranca pueda salir triunfante, Contreras
se mostró cauteloso porque dice que además
de la calidad, se necesita el factor suerte,
aunque también reconoce que elementos
importantes para tener buenas opciones de
triunfo, son la salida, la ejecución del
jinete (Gabriel Lagunes) y claro está, el
desarrollo de la carrera.
No obstante, Contreras
también está consciente de que lleva dos
puntos en contra.
"He tenido problemas
serios con la yegua. Debimos trabajarla
cuatro o cinco días antes (del lunes), pero
un día lo dejé pasar porque no estaba lista
y se fue pasando el tiempo hasta que a seis
días de la carrera tuve que hacerlo. No le
había dado todavía trabajo fuerte porque no
tuve la oportunidad. Por un lado acababa de
salir de la cuarentena y luego comenzó a
galopar y galopar y de repente se me golpeó
y tenía una pata muy hinchada y no podía
trabajar con ella", señaló el ganador del
Clásico del Caribe de 1967, como jinete,
sobre el lomo de El Comanche en apenas la
segunda edición del certamen.
"Todavía estoy luchando
con ella. No está en las condiciones que
nosotros requerimos pero creo que podemos
hacer un buen papel de todos modos. Esa es
la razón (la lesión) por la que hemos
atrasado el trabajo", agregó Contreras en
referencia a los 1,800 metros que corrió la
potranca el lunes, que es la misma distancia
del Clásico.
De hecho, Contreras
explicó que es la lastimadura la razón por
la que escogió la décima casilla para el
evento. "Lo elegí así porque como he tenido
la incertidumbre de su problema, no quisiera
tener un altercado en el desarrollo de la
carrera al iniciar. Y empezar afuera, de
alguna forma nos pudiera ayudar a mantenerla
a salvo y que la yegua pueda correr un poco
separada del grupo".