PANAMA PUNTO DE ENCUENTRO  : 

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DE LAS ESPECIES DEL MUNDO

DE LAS CULTURAS DEL MUNDO 

 

Panamá es más conocida por su Canal, pero el país ofrece mucho más. La Ciudad de Panamá es una urbe cosmopolita y excitante. Ubicada en la costa Pacifica del Canal de panamá, la creciente ciudad acoge a casi un millón de habitantes. Es una ciudad de imponentes condominios, bancos y conglomerados financieros; verdes y calmados suburbios; ruinas de una antigua ciudad (Panamá La Vieja, puesta en llamas en 1671), y una encantadora sección colonial conocida como el casco Viejo, recientemente nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Hacia la periferia de la ciudad, junto a las esclusas de Miraflores y Pedro Miguel, se puede admirar el paso de los barcos por el Canal de Panamá.

Panamá acoge la mayor diversidad biológica de Mesoamérica. Es un puente natural que, al conectar Norte y Centroamérica con Sudamérica, alberga especies de ambos continentes.

El país tiene atracciones de calidad mundial como playas, lagos, selvas, bosques, y una diversidad de vida terrestre y marina. Más del 25% del territorio está protegido por 14 parques naturales, una docena de reservas forestales y 10 refugios de vida salvaje.

Más especies de aves habitan en Panamá que en todo Norteamérica. Además de las aves migratorias, existen alrededor de 933 especies endémicas. En las tierras altas de Chiriquí, el Quetzal es comúnmente divisado, así como el Aguila Harpía, el ave nacional, quien habita libremente en la selva del Darién. Sitios de avistarniento de aves reconocidos mundialmente incluyen Cerro Azul, Barú y Cerro La Vieja, incluyendo el famoso Camino del Oleoducto en el parque Nacional Soberanía. El refugio de vida de Barro Colorado es el laboratorio natural del centro de Investigaciones Tropicales Smithsonian. Panamá alberga 220 especies de mamíferos y 354 especies de reptiles y anfibios. En los litorales existen cientos de islas y kilómetros de arrecifes coralinos protegidos. Hermosas playas ofrecen excelente buceo, submarinismo y natación. Panamá ofrece insuperable pesca en el Pacífico, el Caribe y el lago Gatún.

El bosque nuboso contiguo al volcán Barú en la provincia de Chiriquí, es afamado por sus áreas para escalar y acampar. El rafting es ofrecido en el río Chiriquí, en el río Chagres, y el río Mamoni.

Panamá es un colorido y amplio jardín de flores. Es el lugar ideal para disfrutar un extensa variedad de frutos frescos, así como más de 10,000 especies de plantas, incluyendo 1,200 variedades de orquídeas, y 1,500 especies de árboles.

Panamá fue descubierta en 1501 por Rodrigo de Bastidas, capitán que viajó con Colón en su segundo viaje a América. En aquel entonces, más de 60 tribus indígenas habitaban el istmo de Panamá .

Actualmente existen tres grandes grupos indígenas en el país: los Kunas en el Archipiélago de Saan Blas, los Emberá en la provincia del Darién, y los Gnobe-Buglé en las provincias de Chiriqui, Bocas del Toro y Veraguas. También conservan sus tradiciones los indios Teribe y Bokotas en Bocas del Toro y los Wounaans en Darién. Estas tribus, junto con 1450 años de migraciones culturales desde los cuatro continentes han dado forma a la variedad y riqueza de la historia, cultura y tradición panameña.

La diversidad étnica del país se evidencia en la variedad de productos tradicionales disponibles: labrados de madera, máscaras ceremoniales, cerámicas, y las siempre populares molas, textiles en talco elaborados en sambra por los Kunas. Festivales y bailes tradicionales reviven el folklore colonial día tras día. Parejas luciendo coloridas polleras, tembleques y montunos, los vestidos nacionales, engalanan las festividades populares.

La agitada fiesta del Carnaval tiene lugar 40 días antes de Semana santa y el calendario anual está repleto de festividades vernaculares de Santos Patronos de pueblos a lo largo del país.