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HISTORIA
Ganadores


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  Edición XXVI -   10 diciembre  1995

XXVI Clásico del Caribe

Sede

República Dominicana

Premio

$230,000

Distancia

11/8 milla
  Resultado

LOCOCHóN
  Criador   Preparador Juan Ruiz García
Propietario Cuadra Santa Rita Jinete J. Matías
   

Fatídica jornada para la hípica panameña


Egbert Lewis
El Panamá América

La delegación panameña que partió recientemente hacia la República Dominicana, lo hizo con el propósito de llevarse todo y, por aquello de la incertidumbre del turf, regresamos sin nada.

Inicialmente, Patricio no pudo sobreponerse a un serio contratiempo en la tierra derecha y fracasó ante El Incorruptible en la Copa Confraternidad, mientras que Rey Arturo, tras un mal pique, nunca fue rival en el clásico Internacional del Caribe en el cual recibió el apoyo mayoritario de los concurrentes al hipódromo V Centenario, los cuales le jugaron 456,351 pesos (poco más o menos 30 mil dólares).

Aunque hay versiones encontradas, la mayoría de los que presenciaron la carrera coinciden en que Rey Arturo fue víctima de un descuido por parte del funcionario responsable de sonar el timbre que puso en carrera a los trece caballos, representativos de siete países miembros de la Confederación.

Jesús A. Barría, conductor de Rey Arturo, aseguró que el caballo tenía "medio cuerpo" dentro del carril cuando fue sorprendido por la partida.

Por su parte Armando De la Rosa, quien representó a Panamá como parte del Cuerpo de Comisarios, dijo que desde el ángulo de los comisarios no hubo el incidente descrito por los mentores del hoy fracasado Rey Arturo.

Quien suscribe, observó la carrera desde uno de los mejores puntos del hipódromo dominicano y apreciamos que el equino panameño "apenas había cuadrado" cuando de manera súbita e inesperada se dio la partida.

Toca a las autoridades competentes y a las partes interesadas hacer las investigaciones del caso y, de corroborarse el incidente de la partida, ofrecer una satisfacción que, aunque no alterará el resultado de la carrera, por lo menos sería una señal de que los dirigentes de la Confederación Hípica del Caribe, creen realmente en el espectáculo hípico y son celosos guardianes de que los eventos se den en igualdad de condiciones para todos los países.

Al momento de redactar esta nota no teníamos información fidedigna sobre el estado físico del representante del Stud El Corcel, tras el incidente la tarde del sábado.

Pese a lo anterior, nos atrevemos a decir que, independientemente de todo lo acontecido, el accionar de Rey Arturo durante la carrera, nos hace presumir que en condiciones normales, lo más que hubiera podido aspirar era a una presentación "decorosa", mas no protagónica.

No cabe la menor duda de que el ganador, Locochón, es un caballo de cualidades incuestionables, como muy cierto es que Rey Arturo estaba en buenas condiciones, aunque había algunos detalles que parecían insignificantes, pero que sumados pudieron haber sido la diferencia al momento de llegar al "paddock" del hipódromo quisqueyano.

El trabajo sobre la pista fue fenomenal. Impuso los mejores tiempos y se le veía relajado durante los últimos dos o tres días previos a la carrera.

Pero hubo detalles que en lo particular nos inquietaban y optamos por obviarlos en nuestros reportes desde la sede de la competencia, quizás sugestionados por los otros créditos evidenciados por Rey Arturo. Aspectos como el hecho de que pese a que el caballo se veía "bonito", no sudaba con la regularidad propia de los "atletas", nos causaban una leve intranquilidad, pero confiábamos en nuestro Rey.

De otro lado, en Dominicana no tuvo la facilidad de reposar en aire acondicionado, como solía hacerlo en Panamá; y por último, lo más preocupante de todo, era la posición de salida (13), la cual dijimos desde un principio no era favorable.

Hay que destacar que, el partidor que se usa regularmente en Santo Domingo cuenta con doce compartimientos, lo que obligó a que se anexara otra "gatera" de cuatro cubiles, para que en uno de ellos fuera colocada la carta panameña.

Si se observa fríamente, nos daríamos cuenta que en "la práctica" Rey Arturo salió del carril 15 ó 16, puesto que entre los dos partidores había un espacio muy pronunciado.

Hemos hecho este recuento de interioridades con el fin de que cesen las especulaciones sobre lo que aconteció en este fatídico sábado 9 de diciembre.

Insistimos en que, después de lo visto, Rey Arturo iba a vérselas difícil con este lote.

El esfuerzo se hizo, hubo la intención...pero sencillamente fuimos vencidos por las circunstancias.

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HISTORIA
Ganadores

Patricio un digno representante de la crianza de caballos nacionales


Egbert Lewis
El Panamá América

La nobleza del nativo Patricio se puso en evidencia una vez más el pasado sábado cuando, por tercer año seguido, figuró de manera importante ante los mejores caballos del área caribe en el marco de la Copa Confraternidad.

El alazán de cinco años, criado en el Haras Cerro Punta por Fernando Eleta A. y propiedad del Joaquín Meza, "Chiquito", se movió desde temprano bien colocado y cuando parecía que venía para acabar con sus rivales, se encontró con una muralla compuesta por el agotado Verset Jet y la venezolana María Waleska, con lo que su jinete Cornelio Velásquez, con su acostumbrada habilidad, tiró hacia afuera perdiendo con ello algo de terreno ante el caballo del país anfitrión el cual pasó limpiamente afuera y resistió el embalaje final del productivo nieto de Accipiter.

El Incorruptible, que resultó el caballo ganador, tenía todos los elementos para ser considerado, siendo el único factor en su contra el hecho de haber nacido en la República Dominicana, país que hasta ese momento no había demostrado el nivel como para ser considerado.

El ganador, corrió además con la "ventaja" de recibir 10 libras como "bonificación" para los países no ganadores, como era la situación de los dominicanos.

Tras el resultado se argumentó que la pérdida de Patricio obedeció a la maniobra ejecutada por Velásquez en el tierra derecha además de las 10 libras que le concedía al ejemplar dominicano.

Sobre el criterio anterior no creemos que podemos hacer ningún reclamo, puesto que la decisión fue asumida en la asamblea de la Confederación Hípica del Caribe, efectuada a mediados del presente año.

Cierto es que en "ningún deporte se puede regalar peso", pero se implementó esta medida con el propósito de mantener vigente las competencias del Caribe y "handicapear" mejor las carreras.

Por las características de estas carreras, debiera entenderse que todos los países debieran participar en igualdad de condiciones, pero representaciones como las de República Dominica, Trinidad y Tobago, Jamaica y Ecuador, entre otros, no habían demostrado hasta ahora las cualidades como para correr con las mismas condiciones de Panamá, Puerto Rico y México, entre otros.

Sobre el caso particular de Patricio, creemos que rindió una extraordinaria faena durante todo el compromiso. Pudo haber ganado.

Hubo incluso ofertas por el hijo de Donzel por el orden de los 30 mil balboas para que se quedara en República Dominicana, pero finalmente los trámites no cuajaron.

Independientemente de todo, consideramos que tanto su propietario, Joaquín Meza, su entrenador, Alberto Paz Rodríguez, así como su criador, Fernando Eleta, deben sentirse complacidos por la excepcional campaña que desde 1992 hasta la fecha ha hecho Patricio tanto en el Hipódromo Presidente Remón como en Puerto Rico y República Dominicana.