JOSE
RUBICCO HUERTAS
EL
UNIVERSAL
Arzak
coronó con magistral atropellada un
épico triunfo en el Clásico Simón
Bolívar celebrado ayer en La
Rinconada, en una edición que pasará
a la historia por el anecdotario que
envuelve a sus protagonistas.
El
tresañero guiado por el zuliano Jaime
Lugo, quien cumplía su primera
participación en el evento, corrió a
la expectativa y allí estuvo la clave
del éxito.
Mientras
que Gran Esmeralda marcaba rápidos
parciales (22"3 y 70"2),
para evadir la pelea de Nacosix, y el
favorito Power Parts trataba de
seguirlos para no dar ventajas, hecho
al cual rindió tributo en los tramos
finales, Lugo se quedó tranquilo con
su cabalgadura y tras los primeros 400
metros retrogradó para accionar a
mitad del pelotón. Y eso
prácticamente al final le dio el
éxito, ya que su conducido tuvo mayor
fuelle para desplazar a Power Parts
poco antes de la raya, con crono de
149"2 en 2.400 metros.
Gran
Abuelo, en buena exhibición se anotó
tercero y más atrás llegaron Mr.
Serafini y Boby Seraf.
Con
su triunfo, Arzak marcó otro hito al
convertirse en el primer descendiente
de un padrillo criollo que gana el
Bolívar. Se trata de un hijo de
Eméritus en Alyeska, nacido en el
Haras Agua Miel y criado por Federico
Carmona, quien es su propietario.
El
alazán también permitió al
entrenador Julio Ayala obtener su
quinto laurel en el historial del
cotejo, igualando al fallecido Domingo
Noguera.
"Lo
fundamental del éxito fue que el
jinete Lugo supo entender la forma de
correrlo. Estoy satisfecho e irá
directo al Clásico Jockey Club",
comentó el preparador.
Arzak
fue operado hace cinco meses de una
fractura de rodilla por el veterinario
Carlos Larrazábal, hecho que lo dejó
fuera de la Triple Corona. Ahora,
recuperado, retornó al plano estelar,
el mismo que tuvo en 2002, tras ganar
el Clásico Comparación.