LA
PALABRA
que
mejor
puede
describir
al
entrenador
Rafi
Fernández
es
polifacético.
Además
de
un
destacado
entrenador,
Fernández
es,
o ha
sido,
periodista,
dueño
de
caballos,
importador
de
ejemplares,
director
de
la
Unión
de
Entrenadores
y
hasta
hace
poco
gerente
del
hipódromo
Presidente
Remón,
en
su
Panamá.
En
este
momento
es
el
preparador
de
los
ejemplares
Cafajeste
y El
Ronero,
dos
de
los
tres
representantes
de
Panamá
en
el
Clásico
del
Caribe,
que
tiene
premios
de
$300,000.
El
evento
se
celebrará
mañana
domingo
en
el
hipódromo
El
Comandante
a la
distancia
de 1
1/8
milla.
Con
esos
dos
ejemplares
y
Siete
Leguas,
que
entrena
Alberto
"Droopie"
Paz
Rodríguez,
los
panameños
tratarán
de
asumir
el
liderato
de
más
victorias
en
el
evento
cumbre
del
Caribe.
Hasta
el
momento,
está
empatado
con
México
a 10
victorias,
pero
lo
cierto
es
que
México
ha
estado
ausente
del
evento
por
varios
años;
mientras
que
Panamá,
igual
que
Puerto
Rico,
nunca
han
dejado
de
asistir
a un
Clásico
del
Caribe.
Fernández
es
además
un
gran
apasionado
del
hipismo.
Así
se
puede
concluir
cuando
él
mismo
lo
afirma
diciendo:
"La
hípica
para
mí
es
una
pasión
constante.
Tiene
ambos
sabores,
el
amargo
y el
dulce.
El
amargo
cuando
se
pierde
y el
dulce
cuando
se
gana".
Y
agrega
que
"en
todos
los
hipódromos
y en
diferentes
partes
uno
quiere
la
actividad,
los
purasangres.
La
química
es
la
misma…
el
mismo
ambiente,
como
dice
la
canción".
Pero
esta
no
es
la
primera
vez
que
Fernández
intenta
ganar
un
Clásico
del
Caribe.
En
el
1985
tuvo
la
suerte
de
tener
un
ejemplar
como
Rey
Arturo
con
el
cual
fue
a
representar
a
Panamá
en
la
República
Dominicana
como
la
primera
opción.
Rey
Arturo
era
un
ganador
de
la
Triple
Corona
y se
presentaba
invicto
para
el
evento
internacional.
Aunque
tuvo
en
sus
manos
un
ejemplar
como
ése,
también
tuvo
la
mala
suerte
que
su
ejemplar
no
había
entrado
completamente
al
portón
de
salidas
cuando
ordenaron
la
partida.
Así
mismo
se
lo
confirmó
el
jinete
Barría.
EN
ESTE
momento
Fernández,
algo
resignado,
dijo
para
El
Nuevo
Día
que:
"esos
son
gajes
del
oficio,
me
tocó
perder
y
hay
que
aceptar
la
derrota".
Pasaron
unos
años
de
esa
situación
y
Fernández
fue
nombrado
gerente
del
hipódromo
Presidente
Remón,
ocasión
en
que
Equus
Management
se
hizo
cargo
de
la
operación
del
Hiporemón
hasta
que
esa
empresa
cesó
sus
operaciones
allí.
Regresó
como
entrenador
y ya
vemos
que
está
nuevamente
en
el
Clásico
del
Caribe,
esta
vez
con
esos
dos
ejemplares
en
los
tiene
grandes
esperanzas.
Cafajeste
ha
ganado
7 de
sus
16
carreras,
con
tres
segundos
y un
tercer
lugar;
mientras
que
El
Ronero
tiene
cinco
victorias
en
15
intentos,
con
un
segundo
y
dos
terceros.
Fernández
indica
que
Cafajeste
tiene
un
par
de
sobrenombres…
El
Patito
Feo
y
Chico
Malo.
Porque
su
padre
no
había
dado
nada
bueno
hasta
que
salió
este
potro
con
nombre
portugués.
A
los
dos
años,
el
potro
era
el
quinto
o el
sexto
de
su
generación,
pero
ahora
vino
y
ganó
las
dos
últimas
de
la
Triple
Corona.
El
entrenador
agrega
que
es
un
ejemplar
de
condiciones
bárbaras,
las
cuales
ha
mantenido.
SOBRE
LA
forma
en
que
corre
el
potro,
dijo
que
con
los
punteros
o
intermedios.
"Las
dos
últimas
las
corrió
en
intermedio
y
remató
duro.
Yo
creo
que
si
le
permiten
hacer
su
carrera
puede
estar
en
la
definición
de
la
carrera".
El
Ronero,
por
su
parte,
a
los
dos
años
era
mejor
que
Cafajeste,
pero
a
pesar
de
que
es
un
buen
potro
y
por
algo
está
representando
a
Panamá
en
este
evento.
Está
en
buenas
condiciones
y
Fernández
espera
mucho
de
él.
En
cuanto
a
los
ejemplares
venezolanos,
Fernández
indicó
que
son
los
ejemplares
a
vencer.
Gran
Esmeralda
"no
ha
mostrado
nada
en
entrenamiento,
pero
es
una
yegua
que
hay
que
salir
a
correr
con
ella.
Creo
que
ésa
es
la
enemiga".